Un clásico de los 80 que impone presencia desde el primer spray. Arranca con una mezcla intensa de lavanda, piña y hierbas que se sienten frescas pero con carácter. Después aparece un corazón cálido de miel e incienso, acompañado de toques de pino y flores que le dan complejidad.
En el fondo, el tabaco, la madera y el ámbar se funden en un aroma profundo, masculino y envolvente. Es un perfume fuerte, con proyección y duración de sobra, ideal para noches frescas o climas de otoño e invierno. No pasa desapercibido: es potente, clásico y con un aire nostálgico muy particular.


Valoraciones
No hay valoraciones aún.